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Los plásticos también conocen la economía circular

  • Publicado el 06 de Marzo de 2023

Los productos de plástico terminan en la basura tras un uso generalmente breve. Gran parte de ellos se queman, con lo que se pierden recursos valiosos. La economía circular ha irrumpido en la industria de los polímeros. Las máquinas para transformar el plástico se pueden comprar usadas; esto también contribuye a la sostenibilidad medioambiental.

Para mantener o elevar el nivel de vida de las personas y cuidar del medioambiente al mismo tiempo hay que desvincular el crecimiento económico de la demanda de materia prima. Eso lo puede lograr la economía circular, una pieza fundamental para afrontar el cambio climático. La economía circular, además, crea cierta independencia de las cadenas de suministro. Y al final, incluso ahorra dinero.

¿Qué material es apto? Deberá cumplir dos aspectos primordiales en la economía circular. Por una parte, debería ser de aplicación múltiple como materia (no como material fungible) y, por otra parte, debería permitir el uso en cascada. Así se denomina al uso de un material que pueda emplearse varias veces sucesivamente para la fabricación de productos. Al final de la cascada se encuentra el aprovechamiento térmico de la materia residual o de desecho.

Los plásticos también conocen la economía circular

El plástico en Europa: cifras, datos, hechos

En el año 2021 se fabricaron 57,2 millones de toneladas de plásticos en la Unión Europea, con tendencia al alza. Esto se corresponde con casi una sexta parte de la producción mundial de plástico. La mayor proporción del plástico producido se emplea en la industria del envase y embalaje (aprox. un 40 %), seguido por la construcción (aprox. un 20 %) y la industria automotriz (aprox. un 10 %).

El aumento de la producción de polímeros implica un aumento del volumen de basura. En el año 2020 se acumularon más de 29 millones de toneladas de basura de plástico en toda Europa. De esta cantidad se pudo reciclar una tercera parte. Una cuarta parte de la basura acaba en los vertederos. El resto (más del 40 %) se empleó en la recuperación energética. La proporción de plástico en vertederos baja continuamente, al tiempo que sube el volumen con destino a la recuperación (reciclaje y quema). Como parte de su pacto verde, la Unión Europea impone que para el 2030 se recicle el 55 % de los residuos de envases y embalajes plásticos.

Nos podríamos entregar ahora a la ilusión de que los polímeros basados en fuentes renovables son la solución a todos los problemas. Sin embargo, hasta el año 2019 solo representaban algo más del dos por ciento. Los termoplásticos de origen fósil como los PP, PE, PVC, PET y PS dominan la producción de polímeros con una participación de casi el 90 %.

Los plásticos también conocen la economía circular

El reciclaje como base de una economía circular del plástico

El tipo de reciclaje se divide entre preconsumo y posconsumo. Los residuos procedentes de la fabricación y transformación del plástico se recogen y, según el caso, se preparan para volver a emplearlos en la producción junto con el plástico nuevo. Es lo que se denomina reciclaje preconsumo. Las ventajas de este procedimiento son las distancias cortas, ya que muchas veces la materia se vuelve a preparar internamente, y que los desechos de producción están limpios y sin usar, además de que el fabricante conoce su composición química.

El reciclaje posconsumo es cuando se reutilizan los residuos del consumidor final. En muchos países existe la recogida específica del plástico: por ejemplo, los envases retornables o el contenedor amarillo. El material se clasifica, se lava y se transforma en granulado. Es el material reciclado posconsumo, con el cual se vuelven a fabricar productos. Así es como unas redes de pesca viejas se convierten en regaderas de juguete para niños. Con las botellas de PET se hacen botellas nuevas; en comparación con la fabricación de botellas con PET nuevo, este proceso supone una reducción de hasta un diez por ciento en las emisiones de CO2.

La economía circular aún no es del todo redonda

Actualmente, el reciclaje es complicado y caro. Y este proceso también precisa energía y emite gases invernadero. El material plástico reciclado muchas veces es de calidad inferior al nuevo, de modo que para la producción fracasa en algunos parámetros de calidad e higiene. Pero dondequiera que las exigencias lo permitan, se deben emplear los materiales reciclados.

Además, el reciclaje se inicia mucho antes que la producción. A la hora de desarrollar un envase, los equipos de diseño ya deben tener en cuenta de qué forma se reciclará con éxito el producto de plástico al final de su vida útil. Solo si el consumidor puede separar fácilmente las partes del envase, se reintroducirá en la economía circular.

Maquinaria usada sostenible

La comercialización de máquinas usadas es un eslabón del uso en cascada de las máquinas y, con ello, un aporte a la economía circular en el sector de la ingeniería mecánica. Cada máquina usada ahorra cantidades enormes de gases invernadero y materia prima, en comparación con las máquinas de nueva producción. Si tomamos, por ejemplo, las cerca de 55 000 máquinas y equipamientos que se adjudican anualmente en la casa de subastas industriales Surplex, la reducción de CO2 ronda las 1300 t cada año. En estos momentos, las empresas transformadoras de polímeros también podrán encontrar lo que buscan en Surplex.com. Hasta el 28/2 aún se encuentran a subasta máquinas e inventario para la transformación del plástico en Alemania (varias ubicaciones) que ofrecen la oportunidad ideal a las empresas para configurar su producción de forma aún más sostenible.

Surplex

Surplex es uno de los principales portales europeos de subastas industriales que comercia con maquinaria y equipos industriales de ocasión en todo el mundo. La plataforma de subastas en 16 idiomas Surplex.com registra alrededor de 50 millones de visitas anuales. Más de 55 000 productos industriales se venden en más de 800 subastas en línea cada año. La empresa tiene su sede en Düsseldorf, Alemania, y cuenta con oficinas en quince países europeos. Más de 220 empleados de 20 países generan un volumen de negocios anual superior a los 100 millones de euros.

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