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Canson® Infinity presenta su nuevo embajador Axel Ruhomaully

  • Publicado el 12 de Junio de 2020

Desde fotógrafos hasta pintores y diseñadores, Canson® siempre ha colaborado estrechamente con los artistas para ofrecer productos que satisfagan sus exigentes necesidades. La última incorporación al programa de Embajadores es Axel Ruhomaully, un polifacético artista belga-mauriciano conocido por su altísimo nivel de fotografía y su legendaria técnica de apuntar la luz para contar la historia de los tiempos modernos.

Canson® Infinity valora profundamente su asociación con fotógrafos y artistas de talento y renombre en todo el mundo que, además de su amor por la fotografía y las bellas artes, también comparten la pasión de Canson® Infinity por la impresión digital de bellas artes. Abarcando una amplia gama de géneros como la vida salvaje, el retrato y la fotografía callejera, cada Embajador tiene su propio estilo y técnica, fácilmente reconocible, habiendo seleccionado Canson® Infinity como su marca de Fine Art de elección.

Canson® Infinity presenta su nuevo embajador Axel Ruhomaully

Axel Ruhomaully, graduado en la escuela de fotografía de París en 2000, es un polifacético artista belga-mauriciano que reside en la Isla Mauricio. Viajar y conocer gente nueva siempre ha alimentado su curiosidad y sed de aprendizaje. En 2014 su vida dió un giro cuando, en un viaje a Bélgica para visitar a su familia, tropezó con una vieja mina de carbón cerca de Lieja que había estado abandonada durante más de 40 años.

Este lugar, lleno de historia y emoción, cobró vida gracias a su técnica de iluminación única, que hizo que el oscuro interior cobrara vida. Los tres meses que pasó fotografiando la mina fueron una gran sorpresa ya que su trabajo como artista continuó. Trabajando en este sitio patrimonial olvidado y a veces peligroso, quería educar e inspirar a la generación más joven a través de las bellas historias que podría compartir por medio de sus imágenes, así como a través de sus conocimientos técnicos.

Sus fotografías de bellas artes nos llevan a viajes que nos recuerdan los grandes momentos de la historia, gracias a imágenes de objetos o piezas de colección únicas tomadas con un fondo excepcional para las que obtiene un permiso exclusivo. Esto le permite acceder a tesoros que a menudo se conservan en los archivos de instituciones míticas como el Museo del Aire y del Espacio de Bourget (Francia), el Museo Leonardo Da Vinci (Italia) o la famosa cápsula "Vostok 5" (fotografiada en el Museo del Cosmos "Tsiolkovsky" de Rusia) a bordo de la cual el cosmonauta Valery Bykovsky viajó por el espacio en 1963. Cada fotografía es una oportunidad para que Axel conozca gente fascinante, ya sean cosmonautas, directores de museos, pilotos o científicos.

Comienza su proceso creativo con una minuciosa investigación y documentación en línea. Luego, de acuerdo con los acontecimientos actuales, así como sus deseos o inspiración, identificará el universo que desea explorar, y los objetos y lugares relacionados con ellos, para fotografiarlos con su estilo característico.

Su visión artística la toma prestado del cine, incluyendo un negro profundo que crea sin retocar para cada toma. Para esta iluminación característica, se inspira en la técnica del "claroscuro", muy apreciada por Rembrandt, que despierta los colores y revela las texturas de sus sujetos. La idea de que el negro sea una "luz" de firma le atrajo desde el primer día. Hoy en día, su técnica no ha cambiado mucho. Simplemente la ha refinado y adaptado, resultado de sus años de experiencia. Ha mantenido el negro como elemento determinante, un actor independiente en sus imágenes. Un negro profundo que le permite centrar la atención en el tema principal, como si ofreciera un paréntesis temporal y añadiera un alma extra que reforzara la imagen, convirtiéndola en algo casi sagrado.

Lo sorprendente del trabajo de Axel es que la mayoría de sus fotos se toman con la luz existente. Con el fin de obtener sus negros profundos característicos, se subexpone al disparar. No hay fondo negro, no hay retoque digital, sólo una subexposición directa en la cámara. Una vez que esta base está colocada (como un pintor haría en su lienzo), entonces comienza la "escultura de luz" con sus "plantillas" de luz. Este proceso muy meticuloso y preciso puede llevar varias horas dependiendo del tamaño del objeto o del lugar que esté fotografiando - entre 3 y 4 horas de disparo en promedio y 8 horas para los más complejos.

Una vez hecha la fotografía, confía la impresión a Bertrand Lorion. Este maestro artesano, certificado por Canson® Infinity y con sede en la Isla de la Reunión, es un experto en impresión de bellas artes. Es la única persona a la que Axel confía su impresión ya que comparten los mismos altos estándares.

Axel buscaba un papel mate con negros profundos y gran riqueza de detalles, así que se enamoró inmediatamente del Edition Etching Rag, que utiliza para todas sus impresiones. Hace que sus imágenes cobren vida y les da una increíble profundidad. Es un papel magnífico, intenso y frágil, que tiene el poder de revelar las intensas emociones que siente cuando dispara y que quiere transmitir a su público.

"Estoy muy orgulloso de formar parte de la familia de Embajadores de Canson Infinity y haré todo lo posible por representar sus valores de excelencia en cada una de mis creaciones. Más allá del prestigio que este título aporta, soy consciente de mis responsabilidades ante un público conocedor y exigente. Canson® Infinity no sólo es una de las marcas de papel fotográfico más reputadas del mercado, sino que también crea productos de alta calidad para aquellos que buscan la perfección. También tengo la suerte de contar con el apoyo y la asistencia de todo el equipo y siempre están ahí para ayudarme con mis proyectos o responder a mis preguntas. Su apoyo es inestimable y sigue impulsando mi trabajo", dice Axel Ruhomaully.

Esta foto de un Albatros L-39, un avión de entrenamiento militar utilizado por el equipo de exhibición acrobática Apache (antes el Equipo de Jets Breitling) es especial porque el azar jugó su papel durante el rodaje. Ese día, mientras Axel daba los últimos toques al rodaje, abrió la puerta del hangar muy ligeramente mientras el sol se elevaba por el exterior. Fue entonces cuando un agudo rayo de sol iluminó el interior del conducto del motor con su cálida luz. No hay tal cosa como la coincidencia, sólo hay encuentros hermosos.

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