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El packaging también es eco

  • Publicado el 19 de Febrero de 2018
  • Víctor Solvas

El mercado de los productos ecológicos no deja de crecer, y los fabricantes empiezan a tener muy en cuenta el diseño del envase buscando que contenido y continente sean 100% sostenibles. El interés del consumidor por los productos ecológicos está en claro aumento. La facturación de este sector aumentó un 40% entre los años 2015-2017.

Si bien España sigue lejos de los parámetros de consumo ecológicos de países como Alemania, Francia, el Reino Unido o Dinamarca, las perspectivas de crecimiento para este segmento son positivas. "En otros países hay más cultura de lo ecológico, quizás porque también hay más poder adquisitivo. Sin embargo, cada vez tenemos más espacio para entrar en el mercado con propuestas de calidad y que se diferencien de la oferta clásica de los lineales", explica el gerente de Navarest, Ramón Jauregui.

Imagen cedida por Navarest
Imagen cedida por Navarest

Navarest, de hecho, es una de las empresas pioneras en España en el lanzamiento de productos ecológicos. "En 2012 nos planteamos la opción de lanzar nuestro azúcar ecológico. No era el momento ideal, porque estábamos en plena crisis y el mercado sólo buscaba la reducción de costes, no el valor añadido, pero fue una apuesta para dar una alternativa sostenible a nuestros clientes y una inversión incipiente a un mercado que acabará madurando", indica.

Al margen de la precocidad, lo que hace especial la propuesta de Navarest es la conceptualización de un producto 100% ecológico, y esto incluye también el packaging. El Ecosugar de la empresa de Pamplona cuenta con un empaquetado compostable, no solo en el material principal, sino también en las tintas utilizadas. "Nosotros nos dedicamos a vender el azúcar para el café y el mercado no ofrecía ninguna solución eco, por lo que pensamos que, para nuestro producto estrella, necesitábamos también un envase que fuera la joya de la corona".

Imagen cedida por Navarest
Imagen cedida por Navarest

El empresario reconoce que la apuesta ecológica ha supuesto "más inversión", por el plus de exigencias de control que supone diseñar un producto así. "Hemos tenido que adecuar lugares de almacenamiento y control de la producción separados de las producciones estándar, así como investigar mucho hasta dar con el material técnico que reuniera las características que necesitábamos". Sin embargo, Jáuregui se congratula de "estar un paso por delante de la competencia para ofrecer alternativas ecológicas a nuestros clientes".

Proceso integral

El diseño de un packaging ecológico se marca los mismos objetivos que los productos de esta línea de negocio. Esto es, generar el mínimo impacto en su producción. "Para lograrlo hay que planificar todo el proceso: desde la fabricación para reducir la energía consumida, hasta el transporte para minimizar las emisiones generadas y el uso que se dará al packaging, además de tener en cuenta el carácter ético, social y económico del producto", explica la creativa en Branding y Packaging para alimentación bio, ecológica y orgánica, Carol García del Busto.

El elemento más evidente a la hora de diseñar un envase ecológico es el material. "Si podemos solucionar el empaquetado con un solo material, mejor para facilitar su tratamiento posterior, y después buscamos trabajar con opciones biodegradables o, al menos que se puedan reciclar", apunta la experta. Sin embargo, hay otros elementos determinantes en la creación de un packaging 100% ecológico. "Debemos cuidar también las tintas utilizadas, ya que hay pantones menos contaminantes, así como, por ejemplo, limitar el uso de tonalidades metálicas o fosforescentes que contendrán metales pesados", explica.

Transparencia y comunicación

García del Busto ha trabajado en el diseño de la línea eco de marcas como Llet Nostra, El Buen Pastor o Arroz Nomen. Este último proyecto, realizado para la consultora Branward, resume los puntos básicos de cómo debe ser un envase ecológico, tanto en diseño como en comunicación. "En marcas como Nomen, que tienen líneas no ecológicas, hay que apostar por la diferenciación. En este caso, nos decantamos por un diseño muy sencillo, casi artesano, pero sin llegar al punto que parezca que no tiene la calidad suficiente", indica. En un primer momento, se concibió una caja de cartón con el arroz prensado al vacío en el interior. Finalmente, el producto salió al mercado con el plástico contenedor del arroz a la vista.

"En alimentación es muy habitual mostrar el producto. Relacionamos la transparencia con la fiabilidad. Al margen, se busca un lenguaje comunicativo que apoye esta idea, a través de recursos gráficos y una batería de iconos que el consumidor ya identifica con el sector ecológico, además de los sellos que la legislación te obliga a poner", afirma García del Busto.

Imagen cedida por Caro García del Busto para la consultora Branward
Imagen cedida por Caro García del Busto para la consultora Branward

Un abanico de opciones

Dentro del diseño de packaging ecológico encontramos una gran diversidad de opciones. Desde innovaciones basadas en los materiales escogidos, hasta envases reutilizables y otros con funciones activas para alargar la vida del producto. Sin embargo, para García del Busto, la tendencia que está llegando es la de la utilización de bioplásticos compostables. "Se está experimentando mucho con este tipo de materiales, porque hasta ahora había reticencias por parte del consumidor, que no valoraba estas cuestiones, pero ya existe mucha demanda".

Imagen cedida por Caro García del Busto para la consultora Branward
Imagen cedida por Caro García del Busto para la consultora Branward

La experta considera que la alimentación es el sector que más marca las tendencias. "Te obliga a concebir el envase de manera que primen las condiciones de salubridad y de conservación". Es por eso que, en su opinión, el packaging ecológico está dando muchos pasos adelante "y alguno hacia atrás por razones de seguridad".

Víctor Solvas

Colaborador de Hispack

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