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Tres pasos para tomar mejores decisiones en la empresa

  • Publicado el 25 de Septiembre de 2017
  • José María Vilar-Sancho Raga

El mayor activo de una empresa es su equipo humano, pero tener gente brillante es una cosa y estar abierto a sus críticas puede ser otra. Sin embargo, trabajar con personas que no están siempre de acuerdo es bueno para los negocios y bueno para el líder.

Exponer las ideas propias a la opinión de otros líderes o miembros del equipo que también creen en la misión de la empresa ofrece beneficios en todos los sentidos. Es sencillo, trabajar con otras personas que tienen puntos de vista distintos de lo que opina la mayoría, o incluso de lo habitual en el sector en el que la empresa opera, obliga a un proceso de pensamiento crítico. Recibir otras opiniones antes de que una idea o una estrategia se pongan en marcha y lleguen al público, es positivo para la empresa, puesto que hace pensar en los distintos ángulos de una manera honesta y analítica.

Se pueden empezar a apreciar estos beneficios poniendo en marcha estas tres acciones:

1. Contratar de una manera inteligente.

A la hora de crear un equipo, es necesario contratar a personas que entienden la misión de la empresa y se preocupan de llevarla a cabo. Sin la constancia de todos y la lealtad hacia la misión de su empresa, el equipo no podrá afrontar las adversidades, conflictos o desacuerdos.

La pasión compartida ayudará a mantener al equipo centrado en lo importante. Cuando un conflicto o desacuerdo se está yendo de las manos, el equipo puede detenerse a pensar y recordarse unos miembros a otros la meta final. Esto asegura que las diferencias de opiniones se enfocan de manera apropiada y no se convierten en un ataque personal.

Para contratar a personas que estén dispuestas a desafiar las decisiones de manera constructiva, es imprescindible poder mirar a los candidatos a los ojos. Cuando las entrevistas en persona no son posibles, es útil utilizar una solución de videoconferencia que permita hablar con los candidatos cara a cara. Se puede pedir a los candidatos que lean la misión de la empresa y expliquen qué les sugiere y hace sentir. También se puede representar una sesión de brainstorming, como las que son habituales en la empresa, para ver cómo reaccionan. Tener estas conversaciones cara a cara permiten saber de una manera más acertada si el candidato realmente conecta con la misión de la empresa, por un lado, y por otro, si estará dispuesto mostrar su desacuerdo cuando llegue el momento.

2. Generar confianza.

Los líderes y emprendedores con experiencia saben que el valor de una empresa se basa en su equipo. Esta idea es fácil de entender, pero a veces los líderes tienden a pensar de una manera muy jerarquizada.

Pongamos un ejemplo práctico. Actualmente es habitual tener reuniones en las que no todo el mundo está físicamente presente. Una videollamada puede hacer que todos sean escuchados y vistos por igual, lo que ayuda a los líderes a pensar de una manera “más horizontal”. Otra manera de evitar el pensamiento jerárquico es utilizar un sistema de videoconferencia que integre a los que participan en ella desde otros lugares como uno más de lo que están en la sala, en vez de colgados en una pantalla en la pared.

La confianza que se crea al permitir que todos estén visualmente presentes, ayudará a que los participantes contribuyan activamente en la videoconferencia, incluso si sus ideas son contrarias a las que se presentan.

3. Colaborar (y no estar de acuerdo) a menudo.

El desacuerdo y la colaboración van de la mano. Cuanto más se participa y se trabaja conjuntamente, más cómodo se estará cuando haya desacuerdo, y esto enriquecerá todo el mundo, incluida la empresa.

Cuando hay diversos puntos de vista, podemos valorar diversas situaciones con honestidad y tomar decisiones con una comprensión equilibrada de los pros y los contras, y también entender mejor a nuestros clientes.

Estas conversaciones dinámicas no pueden tener lugar si la línea de voz se corta cada vez que alguien comienza a hablar o el perro de una persona que llama desde otro lugar se pone a ladrar e interrumpe. Una solución de videoconferencia empresarial subsana esas circunstancias para evitar que los participantes se distraigan con el entorno o la tecnología. Pueden estar plenamente presentes y concentrarse en el tema que les ocupa para que el diálogo pueda tener lugar de una manera natural.

Como conclusión, podemos decir que el desacuerdo puede ser incómodo para los involucrados, pero los líderes que abrazan la discrepancia y crean un ambiente seguro donde la participación de todos es bienvenida, tomarán mejores decisiones empresariales y serán respetados por sus equipos.

José María Vilar-Sancho Raga, Portavoz y Sales Manager de Polycom Iberia

José María Vilar-Sancho Raga

Portavoz y Sales Manager de Polycom Iberia

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