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Koenig & Bauer cumple 200 años

  • Publicado el 07 de Julio de 2017

En agosto de 2017, Koenig & Bauer AG (KBA) de Würzburg cumplirá 200 años. La primera fábrica de prensas rápidas del mundo de 1817 se ha convertido en un grupo empresarial líder internacional en técnica de impresión con una amplia gama única de soluciones de impresión. Esta cifra redonda se celebrará del 21 al 23 de septiembre. Posteriormente, también habrá novedades sobre la estrategia y sobre la presencia en los mercados durante el próximo siglo de historia empresarial. Hoy volvemos la vista atrás.


Los tiempos han cambiado. A principios del siglo XIX, en Alemania aún no había inversores dispuestos a asumir riesgos ni un entorno industrial. Así pues, en 1807 el impresor cualificado e incansable inventor Friedrich Koenig viajó a Londres para implementar su visión de una prensa de impresión impulsada por una máquina de vapor. Allí se encontró con el mecánico de precisión Andreas Bauer y, en noviembre de 1814, The Times fue el primer periódico en producirse en su máquina de cilindro doble. De este modo, ambos sentaron las bases de la impresión industrial y el acceso de sectores de población más amplios a los medios impresos.


El 9 de agosto de 1817, Friedrich Koenig y Andreas Bauer firmaron el contrato de constitución de la fábrica de prensas rápidas Koenig & Bauer en el monasterio Kloster Oberzell, cerca de Würzburg, y en 1823 Haude und Spenersche Zeitung de Berlín fue la primera publicación del continente europeo producida en máquinas de Oberzell.


En 1833 falleció Friedrich Koenig. Su viuda Fanny Koenig y Andreas Bauer continuaron su obra. Se desarrollaron máquinas nuevas y, en 1838, se entregó la número 100. Algunos profesionales jóvenes se fueron para fundar sus propias fábricas. De este modo, Oberzell se convirtió en la cuna de la construcción alemana de máquinas de impresión. El período de la fundación finalizó en 1860 con la muerte de Andreas Bauer.


Los dos hijos Wilhelm Koenig y Friedrich Koenig jr. desarrollaron máquinas nuevas, modernizaron los procesos empresariales e introdujeron novedades sociales. Tras el seguro de enfermedad de la fábrica creado en 1855, en 1865 se creó una caja de ahorros de la fábrica y, en 1868, la escuela de formación continua de la fábrica como precursora de la actual escuela de formación profesional de la fábrica de Würzburg. Los estatutos de la fábrica de 1873 definían los derechos y deberes de los empleados y sus superiores, además de fundar un comité de empresa, es decir, participación de los trabajadores hace más de 140 años.


KBA


Koenig & Bauer suministró la primera rotativa de impresión en relieve en 1876 a Magdeburg. En 1886, Wilhelm Koenig creó la rotativa variable; en 1888, la primera rotativa de cuatro colores y las máquinas especiales para lujosos productos impresos. Adicionalmente, se dedicó a la impresión de valores, donde posteriormente Koenig & Bauer se convertiría en líder tecnológico. En 1895, la prensa rápida n.º 5.000 abandonó la fábrica.


Desde 1895 y hasta entrada la década de 1920, Albrecht Bolza, un nieto del fundador, y Constantin Koenig estuvieron al frente de la empresa. En el emplazamiento actual de la fábrica matriz se erigió una nueva fábrica en 1901. La nave de fabricación de 225 metros de longitud era en aquel entonces una de las más grandes de Alemania. Se suministraron rotativas para ilustraciones y huecograbado, y se impulsó el desarrollo de las máquinas de pliegos. Junto con las máquinas de impresión, se entregaban prensas de estampar y máquinas de fundición de planchas a todo el mundo.


Tras finalizar la Primera Guerra Mundial, el Dr. Hans Bolza, un bisnieto de Friedrich Koenig, logró destacados méritos en el restablecimiento de las relaciones exteriores truncadas. En 1920 entró en la Junta Directiva de la empresa transformada en una sociedad anónima y, entre 1931 y 1971, fue presidente de la Junta Directiva.


Koenig & Bauer sobrevivió a la hiperinflación de la década de 1920 gracias a la máquina de impresión coleccionada para billetes en color de nuevo desarrollo. En marzo de 1945, bombas y granadas de artillería destruyeron las fábricas de Würzburg. En 1946 dio comienzo la reconstrucción. Con un capital social de 4,1 mill. DM, en 1949 Koenig & Bauer dio comienzo al milagro económico alemán tras la reforma monetaria.


En 1952 empezó la colaboración con el experto en impresión de valores Gualtiero Giori. Otro hito importante fue la incorporación en 1951 del joven ingeniero Dr. Hans-Bernhard Schünemann, que provenía de una familia de editores de Bremen. Su primera de más de 250 patentes fue la modificación de la denominada “cruz maltesa” para la máquina de huecograbado de pliegos Rembrandt MT III que diseñó él mismo. En 1959, el Dr. Hans Bolza adoptó al dotado ingeniero.


Entre 1971 y 1995, durante casi 25 años, el Dr. Bolza-Schünemann fue presidente de la Junta Directiva e impulsor del Grupo KBA que surgió a partir de 1990. Posteriormente, su estrecho colaborador, el que fuera durante años consejero directivo de Finanzas Reinhart Siewert, dirigió con éxito la empresa. Tras el cambio de milenio, Albrecht (2003-2009) y Claus Bolza-Schünemann (desde 2011), como representantes de la sexta generación de la familia, le sucedieron al frente de la Junta Directiva.


A pesar de la creciente competencia offset en las décadas de 1960 y 1970, Koenig & Bauer se aferró durante un período de tiempo aún largo al probado proceso de impresión en relieve en las máquinas de impresión de pliegos y bobina. Junto con las máquinas de impresión de billetes desarrolladas con De La Rue Giori y las instalaciones de huecograbado de pliegos Rembrandt, tuvieron mucho éxito la máquina de dos revoluciones Condor y la Rotafolio para planchas arrollables suministrada a partir de 1963.


Los de Würzburg mostraron la primera máquina offset de pliegos en drupa 1967 con la Koebau-Rapida 0 en formato medio. En 1969 le siguió la Koebau-Rapida III de formato mediano. Ambas alcanzaban una velocidad máxima de 8.000 pl./h. Con 15.000 pl./h, la Koebau-Rapida SR III de 1974 era casi el doble de rápida. Las máquinas de otros fabricantes no alcanzaron ese rendimiento hasta mucho después.


En 1986, con la Rapida 104 de construcción en fila, Koenig & Bauer introdujo en el mercado una máquina muy flexible con 15.000 pl./h. En 1992 se transfirió a la nueva filial KBA-Planeta AG y fue la célula germinal de las actuales máquinas offset de pliegos de alto rendimiento de Radebeul. La actual Rapida 106 –con hasta 20.000 pl./h, cambios de trabajo extremadamente rápidos y hasta 19 cuerpos de impresión y acabado– es el referente del formato mediano desde hace años.


Las actuales series de formato grande Rapida 145 y 164 se remontan a las máquinas Rapida 142 y 162 diseñadas en la década de 1990 en Radebeul con el apoyo de Würzburg. Los colosos Rapida desplazaron a otras marcas de muchas imprentas y sentaron las bases para la posición de liderazgo de KBA-Sheetfed en el formato grande. En 2003, Radebeul lo certificó con la máquina offset de pliegos más grande del mundo: la Rapida 205.


Como habían hecho los de Franconia con las máquinas de bobina, en las máquinas de pliegos los de Sajonia buscaron su propio camino con soluciones simples y económicas. Algunos ejemplos fueron la máquina offset DI 74 Karat –desarrollada junto con la empresa israelí Scitex Corp.– con exposición directa de las planchas de impresión en la máquina de 1997 y la máquina hermana Rapida 74 G del año 2000. Ambas estaban equipadas con sistemas de entintado corto para la impresión sin agua. En los últimos 20 años, KBA ha hecho una gran apuesta por esta innovadora tecnología desde un punto de vista medioambiental y de la calidad.


Ya sean procesos innovadores para el acabado inline, la impresión ecológica, la impresión directa sobre microcanal o más recientemente el secado LED-UV: a menudo KBA-Sheetfed ha sido y es pionera. El salto dado al acabado en 2016 y la máquina de pliegos digital VariJET 106 anunciada en drupa abren nuevas perspectivas.


La era del offset de bobina empezó en 1969 en Würzburg con la Commander. Con el tiempo, las entonces imperantes rotativas de satélite fueron cada vez más complejas. A principios de la década de 1990, se afrontó esta tendencia con las máquinas de torre de ocho cuerpos Journal y Colora. Posteriormente, se unieron las series de ancho simple Comet y Continent. Gracias a las máquinas de torre de ocho cuerpos más económicas, se llegó a muchos clientes nuevos a escala internacional, que contribuyeron a que la empresa fuera número 1 en la impresión de periódicos.


Los de Würzburg también se aventuraron a menudo a innovar en las máquinas de bobina. Así, en drupa 1995 se pudo ver produciendo una Anilox-Express con cambio automático de planchas y cabezales de inyección de tinta de Scitex en la superestructura. Estos imprimían digitalmente caricaturas cambiantes en cada ejemplar offset. Sin embargo, tuvieron que pasar aún 18 años hasta que la tecnología de inyección de tinta se utilizó en las rotativas offset.


En drupa 2000, con la Cortina de menos de 4 m de altura, KBA introdujo una nueva tendencia en las rotativas de periódicos compactas y altamente automatizadas. También fueron novedades en la impresión de periódicos la renuncia a los sistemas de mojado, la torre de ocho cuerpos divisible por el centro, los accionamientos individuales de cada cilindro y el cómodo manejo con elevadores en las torres de impresión. En 2007, la Commander CT en offset húmedo siguió el mismo concepto. Ambas instalaciones continúan siendo únicas en el mercado hasta la fecha.


A principios de la década de 1990, el World Wide Web daba sus primeros pasos. En la técnica de impresión, también irrumpían en el escenario nuevos competidores digitales. Como consecuencia de la creciente competencia en línea y la crisis financiera, en 2008 el mercado de máquinas nuevas para rotativas offset se hundió estrepitosamente. En 2011, Koenig & Bauer dio el salto a la impresión digital y, en drupa 2012, mostró la primera rotativa de inyección de tinta con la RotaJET 76. En la actualidad, con las series RotaJET VL para la impresión decorativa y la HP T1100S fabricada para la americana HP Corp. para envases de cartón ondulado, las mayores rotativas de impresión digital del mundo se producen en Würzburg.


En 1985, Koenig & Bauer salió a bolsa. Mediante la adquisición de Albert-Frankenthal AG y de Planeta-Druckmaschinenwerke, a principios de la década de 1990 surgió un grupo empresarial mediano con un volumen de negocio superior a 1.100 mill. DM. Inmediatamente tras el cambio de milenio, la gerencia impulsó la diversificación hacia mercados menos afectados por el cambio en los medios.


Mediante la adquisición del socio suizo De La Rue Giori SA en Lausana, en 2001 KBA se aseguró su posición de liderazgo en la impresión de billetes. La compra de Metronic GmbH en 2004 abrió a KBA las puertas del gran mercado de sistemas de marcación industriales. Las adquisiciones de Bauer + Kunzi y LTG Print Systems con la posterior fusión en KBA-MetalPrint GmbH, convirtieron a KBA en el número 1 en la impresión sobre metal en 2006. Mediante Kammann Maschinenbau GmbH –líder en la impresión de cuerpos de vidrio– y Flexotecnica S.p.A. dedicada al segmento de los envases flexibles, en 2013 KBA amplió su oferta para el amplio mercado de la impresión de envases. Con ese mismo objetivo se adquirió en 2016 el fabricante español de máquinas de troquelado KBA-IBERICA DIE CUTTERS S.A.


La diversificación temprana ha ayudado a KBA a afrontar mejor que otros fabricantes de máquinas de impresión el cambio estructural durante la crisis del sector. Con el cambio de milenio, más del 60 % del volumen de negocio de máquinas nuevas aún se obtenía en mercados asediados por los medios en línea. En la actualidad, el 90 % corresponde a los mercados en expansión de la impresión digital y de envases, así como la impresión de seguridad.


Mediante la reorientación de las capacidades según el mercado, la introducción de una estructura de holding cercana a los clientes y el claro énfasis en prometedores mercados de impresión, el fabricante más antiguo de máquinas de impresión del mundo se ha preparado bien durante los años 2014 y 2015 para la creciente digitalización y globalización.


En la actualidad, con las tecnologías analógicas y digitales de KBA, se imprimen y acaban billetes, latas, libros, prospectos, expositores, decoraciones, etiquetas, recipientes de vidrio y plástico, envases de cartón y lámina, catálogos, laminados, revistas, neumáticos, cables, tarjetas inteligentes, folletos publicitarios, periódicos y mucho más. Para ello se utilizan prácticamente todos los procesos habituales. Esta diversidad crea un know how único para innovaciones, nuevas aplicaciones y nuevas colaboraciones.

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