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J. Vilaseca crece en nuevos papeles y quiere facturar 60 millones en 2017

  • Publicado el 25 de Agosto de 2014

Concentrarse en los nuevos papeles especiales y vender más en el exterior. Estos son los dos ejes sobre los que pivota el crecimiento de J. Vilaseca, una papelera de Capellades (Anoia) que este año celebra 300 años, controlada por la familia Torredemer, que la compró en 1953. El 76,1% del capital está en manos de los ocho hermanos de la segunda generación; de ellos, tres participan en la gestión diaria: Carles, director comercial; Xavi, director de operaciones, y Josep, director financiero.

El resto del accionariado se reparte entre la Fábrica de Moneda y Timbre (FNMT), con un 12,8% y la empresa Signe (11%). La firma facturó el año pasado 51 millones. A esto hay que añadir los 3 millones de la empresa Munné, que tiene una fábrica cercana que acaban de comprar. Ambas empresas suman 220 empleados. El plan es superar los 60 millones en unos tres años, manteniendo el ritmo de crecimiento en torno al 5% anual.

J. Vilaseca vende el 70% de su producción fuera de España –a 84 países– y la intención es elevar esta cifra hasta el 80% en un futuro cercano. En el exterior, los principales mercados son Francia, Túnez e Irán, según explicaron el director comercial de la compañía, Carlos Torredemer, y el director general, Jaume Batllori. Entre los clientes finales de la compañía figuran la FNMT, la Once, Saint Gobain y Torres, entre otros. Los dos tipos de productos que hoy son mayoritarios para J. Vilaseca son la impresión y la escritura, que es el tradicional y supone el 30% de la facturación, y el de papeles de seguridad, para loterías, cheques, tasas y alcohol, con otro 30%.

 

Los industriales (tiques para aparcamientos y peajes y abrasivos para lijas) suponen el 20%, el papel para impresiones publicitarias en exteriores o especiales para grandes superficies suma otro 10%, mientras que las etiquetas para botellas de vino significan el 10% restante. A medida que se desarrollan los mercados y que se generaliza el uso de las nuevas tecnologías, baja la petición de papeles clásicos; la estrategia de J. Vilaseca pasa por los productos más específicos, que se pueden vender a un precio un 100% superior.

La firma tiene una planta de cogeneración, que facturó 6,5 millones en 2013. J Vilaseca cifra en 1,8 millones el impacto de la reforma energética. La empresa ha invertido 10 millones en los últimos años. Ahora pretende incrementar un 5% su capacidad productiva al reducir a la mitad el tiempo necesario para limpiar las máquinas; las mismas líneas de producción se usan para todos los papeles y se necesitan unas cinco horas para acondicionarlas de nuevo.

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