Portal Profesional de Impresión

Prevenir la morosidad

  • Publicado el 29 de Marzo de 2021

Según un Estudio de Riesgo de Crédito, impulsado por Crédito y Caución e Iberinform, el 32% de las empresas no utiliza criterios de solvencia en la selección de clientes, por lo que gestionan de forma deficiente su riesgo de crédito. Se trata de una carencia estructural en términos de protección del tejido empresarial frente a los efectos de la morosidad. Además, este mismo estudio también pone de manifiesto que sólo el 14% inicia acciones de recobro al vencer la factura.

Ese estudio pone de manifiesto que se trata de uno de los porcentajes más bajos de la serie histórica, un indicativo de que las empresas están reaccionando a las tensiones de liquidez de sus clientes generadas por la pandemia retrasando el inicio de las acciones de recobro para no deteriorar la relación comercial. Y aunque este retraso implica un deterioro en la efectividad de las acciones de recuperación, el estudio refleja una gran flexibilidad de los plazos de cobro, como parte de la relación comercial, ya que e 37% de las empresas permite a sus clientes retrasos en pagos de más de 90 días antes de considerar un crédito moroso.

Además, según este estudio, cuando se inician las acciones de recobro, la inmensa mayoría de las empresas renuncia al cobro de intereses de demora. El 54% de las empresas no los aplica nunca y sólo el 6% es sistemático a la hora de ejercer su derecho. De hecho, de entre las empresas que aplican los intereses de demora, el 97%, el porcentaje más alto de la serie histórica reclama por debajo de los que le corresponden legalmente.

Por lo que a las metodologías de gestión del recobro utilizadas por las empresas se refiere la mayoría se centra en despachos de abogados (28%) o proveedores integrales (10%) que, como ocurre en el seguro de crédito, además de la fase amistosa, cubren la posible fase procesal. Y es que llegar a estos extremos es el último recurso porque suponen perder definitivamente un cliente, aunque en ocasiones no queda más remedio ya que de ello depende la supervivencia de la empresa. Por eso, antes de llegar a esta situación mejor analizar al cliente en los inicios de la relación comercial.

Rosa Arza

Editora Imprempés
rosa.arza@imprempres.com

Últimas revistas